MARINA VIEIRA.- Un grupo de seis enfermeros del Equipo de Terapia Intravenosa del Hospital Arnau de Vilanova de Lleida quiere demostrar a través de un estudio cómo un adhesivo puede mejorar la fijación de catéteres venosos. “Nuestro estudio se basa en la canalización de catéteres venosos, pero con una técnica especial de inserción, la técnica micro-Seldinger modificada, en la cual se realiza una pequeña dilatación del punto de inserción”, introduce Ferran Padilla, enfermero del equipo de Terapia Intravenosa del Hospital Arnau de Vilanova de Lleida y uno de los investigadores. Esta técnica suele desarrollar complicaciones como el aumento de riesgo de sangrado, riesgo de infección y riesgo de desplazamiento del catéter. Unas complicaciones que los enfermeros investigadores quieren paliar con “la aplicación del adhesivo tisular de cianoacrilato en el punto de inserción”, concreta Padilla.

Mejoras en los catéteres vasculares

Actualmente, el uso de los catéteres venosos periféricos y centrales en el ámbito hospitalario es indispensable. Con este estudio impulsado 100% por enfermeros “se espera que implantar mejoras en los cuidados de los catéteres vasculares tenga una gran repercusión a nivel general de los pacientes que requieran de estos. Un gran ejemplo, es la aparición de equipos especializados en la canalización y el mantenimiento de accesos vasculares, los Equipos de Terapia Intravenosa (ETI), algunos con una dilatada trayectoria dentro de los hospitales españoles y que están trayendo grandes cambios en el paradigma del acceso vascular en nuestro país. Y lo más importante, estos son liderados por profesionales de enfermería. Tener un ETI dentro del hospital, garantiza que una enfermera o grupo de enfermeras expertas velarán por la protección del capital venoso de los pacientes que ingresen en las unidades hospitalarias”, reclama el enfermero del equipo de Terapia Intravenosa del Hospital Arnau de Vilanova de Lleida. En los protocolos actuales, la enfermera realiza una cura a las 24 horas después de la inserción del catéter, para comprobar que no hay sangrado del punto de inserción y cambiar el apósito estándar de poliuretano transparente. “Con este estudio se espera poder eliminar esta cura, con la consiguiente mejora coste-beneficio para la institución, ya que se reduciría la carga de horas de enfermería y se mejoraría la calidad y seguridad asistencial. Además, se disminuiría la manipulación de los catéteres, con la consiguiente reducción de bacteriemias relacionadas con el catéter”, relata Padilla.

El estudio

El estudio clínico aleatorizado se centra en pacientes con catéteres venosos canalizados con técnica micro-Seldinger modificada sobre los que se ha utilizado un adhesivo tisular de cianoacrilato.  Los sujetos incluidos en el estudio son pacientes con una hospitalización mínima de siete días, los cuales tienen la necesidad de la canalización de un acceso venoso para tratamiento farmacológico o por dificultad en la venopunción. “Una vez seleccionado el paciente, se informa cuidadosamente, y se firma el consentimiento informado. Posteriormente, se le canaliza el dispositivo de acceso vascular más adecuado a sus necesidades según un algoritmo creado por nuestra unidad (siguiendo las últimas evidencias científicas), pudiendo ser un catéter de línea media (Midline) o catéter venoso central de inserción periférica (PICC). Durante el procedimiento de canalización del catéter se sigue una check list  para que todos los investigadores repitan el mismo procedimiento y así reducir la variabilidad del estudio”, enumera Ferran Padilla. “Al terminar la canalización del dispositivo, se aleatoriza los pacientes, y se decide si se realiza la cura habitual o si se realiza la cura habitual más la inserción del adhesivo tisular de cianoacrilato. Después de la canalización, los investigadores realizan las tres curas: una a las 24 horas post canalización, otra a las 72 horas y la última a los siete días, en las cuales se realiza una recogida de datos con los que valorar los parámetros básicos de los tres supuestos principales: riesgo de sangrado, riesgo de infección y riesgo de desplazamiento” concreta el enfermero. “Además de los supuestos básicos también recogemos otros datos sociodemográficos y sanitarios, como: diagnóstico del paciente, pruebas recientes de coagulación, medicación antiagregante, necesidad del dispositivo, etc. En la actualidad, la investigación se encuentra en la fase de recogida de datos. Esta investigación empezó el día 15 de septiembre del 2020 y se espera incorporar 230 pacientes antes del 15 de setiembre del 2021”, concreta.

Esta investigación ha sido agraciada con la beca 2020 de investigación del Colegio de Enfermería de Lleida y ha sido esta institución quien les ha dado “la oportunidad de poder contactar con profesionales expertos en el ámbito de la investigación para poder desarrollar el trabajo de manera adecuada, ya que nuestro equipo está formado 100% por enfermeras del ámbito asistencial sin experiencia en el ámbito de la investigación”, reconoce Padilla. A pesar de que tal y como explica, la situación epidemiológica actual no está ayudando ya que “influye negativamente en la recogida de datos, y algunos pacientes caen del estudio porque reciben el alta antes de los siete días”,  los investigadores confían en completar esta investigación sin problema.