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España vive una situación excepcional como consecuencia de la epidemia por el Coronavirus COVID-19, una situación hasta ahora inédita y que está generando intranquilidad entre la población. Y esta intranquilidad no ha ido más allá gracias a la confianza y la excelente valoración que tienen los ciudadanos de nuestro Sistema Sanitario y de sus profesionales, entre los cuales las enfermeras y enfermeros ocupamos un lugar prevalente.
Desde las primeras horas de la llegada del Coronavirus COVID-19 hasta la situación actual, mucho más compleja de gestionar, las 307.000 enfermeras y enfermeros de nuestro país están, una vez más, haciendo una demostración de profesionalidad, humanismo y compromiso con los ciudadanos.
Las enfermeras y enfermeros constituyen la puerta de acceso al sistema sanitario y por tanto están viviendo en primera línea la situación y se están dejando la piel por los pacientes. En las últimas semanas nuestras enfermeras y enfermeros han cancelado permisos y vacaciones para estar allí donde les necesitan, doblando turnos, renunciando a fines de semana y festivos, realizando todas las guardias necesarias para estar al lado de los pacientes las 24 horas del día y los siete días de la semana.
Y ello, con independencia de las condiciones o de los medios con los que tengan que trabajar, que no siempre están siendo los más adecuados, y priorizando siempre a los pacientes frente a sus necesidades familiares, personales y profesionales.
Y en este sentido, en los últimos días, nos están llegando testimonios que nos llenan de preocupación. Porque están viviendo momentos verdaderamente difíciles. Constatamos de nuevo como las enfermeras están soportando una extraordinaria carga asistencial, muchas de ellas nos cuentan que no tienen suficientes recursos, ni siquiera equipos de protección individual para poder hacer su trabajo con seguridad y, por tanto, se ven obligadas a poner en riesgo su propia salud.
Esto supone que las enfermeras están exponiendo su salud a la hora de realizar una primera atención, tomar muestras para un diagnóstico precoz y así poder instaurar el tratamiento adecuado y el posterior cumplimiento de las recomendaciones de las autoridades sanitarias.
Desde la Organización Colegial no vamos a permitir que las enfermeras no dispongan de los medios necesarios para poder hacer su trabajo con total seguridad. Por eso, estamos exigiendo al Ministerio de Sanidad y a las Consejerías de Sanidad correspondientes, que lleven a cabo las actuaciones necesarias para dotar de forma inmediata a los profesionales de todos los recursos y los medios, tanto humanos como materiales, solicitando que se incrementen las contrataciones de enfermeras/os y se garantice la disponibilidad de equipos de protección individual, imprescindibles para trabajar con seguridad.
Desde aquí quiero hacer llegar a nuestras compañeras y compañeros, enfermeros en urgencias y emergencias, hospitales, centros de salud, asistencia domiciliaria, residencias de mayores, o cualquier otro centro o servicio, mi agradecimiento y más sincera felicitación como presidente de la Organización Colegial de Enfermería de España por la espectacular labor que están llevando a cabo y la demostración de profesionalidad, cercanía, compromiso y humanismo que realizan cada día.
Quiero que sepáis que toda la Organización Colegial de Enfermería de España está y estará siempre a vuestro servicio y a vuestra disposición para ayudaros en todo lo que necesitéis para poder seguir haciendo vuestro trabajo en las mejores condiciones, con la excelencia y la profesionalidad que os caracteriza y, sobre todo, con plenas garantías de seguridad. De igual forma quiero transmitiros que estamos en constante coordinación con las Sociedades Científicas de Enfermería, con la Asociación de Gestores, Conferencia de Decanos, Asociación de Estudiantes, Sindicato de Enfermería y con el Ministerio de Sanidad para abordar esta crisis. Son momentos en los que nos debemos apoyar desde todos los sectores de nuestra profesión.
Finalmente quiero hacer llegar el mayor de nuestros reconocimientos a todas y cada una de las enfermeras españolas por su dedicación, por las muestras nuevamente inequívocas de su conciencia y su compromiso con las personas, y por poner una vez más de relieve el valor de una profesión que, como la nuestra, no renuncia jamás a cuidar de los seres humanos aun a riesgo de ver afectada su propia salud.
Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería