Madrid, 10 de abril de 2020.- La confirmación del fallecimiento de un enfermero del Hospital Severo Ochoa de Leganés (Madrid) tras luchar durante días contra el COVID-19 en la UCI del centro sanitario vuelve a teñir de luto toda la enfermería española. La triste noticia supone un golpe durísimo para todas las compañeras y compañeros de Esteban, enfermero de quirófano cuyo nombre se suma a la lista de profesionales fallecidos por cumplir con su deber y hacer su trabajo en primera línea, luchando contra la amenaza epidemiológica más grave a la que nos hemos enfrentado.
Tras conocer el fatal desenlace, el presidente de la Organización Colegial de Enfermería de España, Florentino Pérez Raya, ha querido trasladar “a familiares, amigos y trabajadores del centro sanitario nuestro más sentido pésame en nombre de las 307.000 enfermeras y enfermeros de España que sienten tan cercana la pérdida de cualquier compañero. Me han transmitido el profundo dolor que invade a la enfermería del hospital, uno de los que más ha sufrido los estragos del coronavirus y cuyos excelentes profesionales sanitarios estuvieron al borde del colapso durante demasiados días, desprovistos de medios, pero dándolo todo y arriesgando su propia vida por la de los demás”.
“Quiero mandar un abrazo especial a su esposa, también enfermera en el Severo Ochoa. Tiene toda la solidaridad y el cariño de la enfermería española ante este terrible golpe. Intentaremos que nunca se olvide a los enfermeros y enfermeras que nos arrebató esta terrible pandemia, como la enfermera del País Vasco, el fallecido en Jaén y ahora al compañero de Leganés, sin olvidarnos de la joven enfermera que perdió la vida en Marbella cuando se dirigía a trabajar al hospital. A todos ellos les debe el mayor respeto la sociedad a la que sirven, porque son ejemplo de entrega y profesionalidad”, añade Pérez Raya.
El presidente de los enfermeros exige a los responsables políticos “que doten a los profesionales sanitarios de los medios de protección necesarios que minimicen las posibilidades de contagio -que siempre existen- para que no haya que lamentar la muerte de ningún otro profesional sanitario ya sea enfermera, médico, técnico en cuidados auxiliares de enfermería, celador o cualquier otro. Somos el país del mundo con mayor número de profesionales contagiados, más de 24.000 y, aun así, estamos convencidos de que hay muchos más de los que constan en las cifras oficiales porque hay numerosos casos que no tienen confirmación, ni por test, ni por clínica. Todo ello es inadmisible».
“Sé que las enfermeras y enfermeros españoles -añade Pérez Raya- van a seguir peleando por sacar adelante a todos los pacientes que hoy sufren y necesitan sus cuidados. Su compromiso es admirable y demuestran cada día que su vocación está por encima de todo. Pero deben contar con los equipos necesarios, ahora y en el futuro, para que no haya que lamentar más muertes de las que ya está causando de por sí esta devastadora epidemia. Gracias a vuestro trabajo vamos a vencer en esta batalla y el triunfo de la salud sobre la enfermedad, de recuperar una vida social digna y plena, estará dedicado a enfermeros como Esteban a quién jamás olvidaremos”.