DAVID RUIPÉREZ/GEMA ROMERO.- Por las vidas que se ha llevado la pandemia, por todos los que han luchado en todos los frentes para detener el virus que se ha convertido en la mayor amenaza sanitaria de la historia reciente, por una sociedad que resiste y sufre… Para que nadie olvide a las miles de víctimas -en todos los sentidos- del COVID-19, cuatro meses después del inicio de la pandemia que ha golpeado tan duramente a España, los Reyes Felipe y Letizia, junto con sus hijas, familiares de las víctimas, políticos, representante de todas las profesiones -sanitarias y de otros sectores- han presidido el emotivo homenaje de Estado en recuerdo a las víctimas del coronavirus. Un evento en el que la enfermería -en representación de todos los compañeros- ha tenido un papel muy destacado.

En nombre de todos los sanitarios

La supervisora de Urgencias del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona, Aroa López, ha hablado en nombre de todos los profesionales sanitarios y del resto de trabajadores de otros sectores que han sido un auténtico escudo para la supervivencia de la población. La enfermera ha resaltado que “nos hemos sentido impotentes, con una sensación brutal de incertidumbre y la presión de tener que aprender y decidir sobre la marcha. Hemos dado todo lo que teníamos, hemos trabajado al límite de nuestras fuerzas y hemos vuelto a entender, quizás mejor que nunca, por qué elegimos esta profesión: cuidar y salvar vidas. Aunque muchos compañeros tuvieron que dar su propia vida para ello. Hemos cubierto las necesidades básicas y emocionales. Hemos sido mensajeros del último adiós para personas mayores que morían solas, escuchando la voz de sus hijos a través del teléfono. Hemos hecho videollamadas, hemos dado la mano y nos hemos tenido que tragar las lágrimas cuando alguien nos decía «no me dejes morir solo»”.

Aroa López ha recurrido a la canción Abrazos Prohibidos del grupo Vetusta Morla para expresar el sentir general de las enfermeras: “por los que hacen del verbo cuidar su bandera y tu casa y luchan porque nadie muera en soledad, sin temerle a su miedo y usando su piel como escudo. Por los que hacen del trabajo sucio, la labor más hermosa del mundo y pintan de azul la oscuridad”.

Medidas de protección

Ha pedido también a los ciudadanos que no olviden aquellos aplausos y que respeten las recomendaciones del personal sanitario. “Quiero que piensen en los que fallecieron y también en los profesionales sanitarios que dejaron sus vidas en la lucha. Por favor, que su esfuerzo nunca sea en vano”. Por su parte, a los poderes públicos les ha pedido “que defiendan la sanidad de todos, que recuerden que no hay mejor homenaje a quienes nos dejaron que velar por nuestra salud, y garantizar la dignidad de nuestras profesiones, y que todos respondamos a una sencilla pregunta: ¿Quién cuidará de nosotros si la persona que nos cuida no puede hacerlo? No olvidemos, por favor, nunca, la lección aprendida”.

Orgullo enfermero

El presidente del Consejo General de Enfermería, Florentino Pérez Raya, tras el homenaje ha resaltado que “el discurso de Aroa López representa como ninguno el sentir de los sanitarios y sólo puedo sentir orgullo de que una enfermera haya hablado en nombre de todos los profesionales. Es triste que haya tenido que llegar una pandemia, tanto sufrimiento y tantas víctimas, para que la sociedad sea consciente del valor que porta nuestra profesión, de cómo las enfermeras anteponen todo por los demás”.

Hernando Fernández Calleja, hermano del periodista José María Calleja, fallecido por COVID-19, ha recordado a todas las víctimas de la pandemia y ha citado los nombres de personas conocidas fallecidas a consecuencia del virus pero también de ciudadanos anónimos que han perdido la vida durante los últimos meses. «Honrar a todos los muertos anónimos, silenciosos, que perdieron la vida a consecuencia de esta terrible enfermedad», ha subrayado.

También ha reivindicado la necesidad de no olvidar a ninguno de los fallecidos porque «la memoria es un deber» y, a su juicio, «el mejor homenaje» que se les puede hacer. «Mantenernos unidos en su recuerdo y construir juntos el país que ellos hubieran querido compartir», ha pedido.

Duelo

En su intervención final, el Rey ha recordado a los fallecidos y ha querido “trasmitir a sus familias nuestro profundo pesar y consuelo más sincero. Todo nuestro afecto y el abrazo más emocionado. No están solos en su dolor, es un dolor que compartimos. Su duelo es el nuestro, que aquí se hace presente ante todos los españoles. Dolor y duelo en los que también todos nos reconocemos, unidos en los mismos principios universales, de humanidad y solidaridad. Quienes nos han dejado son, en muchos casos, en la mayoría, personas de edad avanzada que dedicaron sus vidas a trabajar duro para salir adelante y con una gran ilusión por alcanzar el progreso para sus hijos. Unas vidas que cambiaron el rumbo de nuestra historia, afirmaron la libertad y la tolerancia y construyeron día a día el edificio de nuestra convivencia democrática”.

“Esta crisis nos ha puesto a prueba como país y como sociedad, -ha añadido Felipe VI- pero también nos ha permitido comprobar los principios que definen y caracterizan a miles de ciudadanos que han puesto su esfuerzo y su trabajo al servicio del bien común. Hoy reconocemos conductas llenas de entrega a los demás, sin reservas, aun poniendo en riesgo la propia vida, llenas de solidaridad, de valentía, de ejemplaridad y de generosidad, que nos han emocionado y que nos enorgullecen a todos. Son conductas de ciudadanos que han hecho mucho más que cumplir con su deber. Esas conductas no son casuales. Son fruto de convicciones personal profundas. De un hondo sentimiento de humanidad para con sus semejantes, de un compromiso firme y leal con su profesión. Son fruto de la responsabilidad y de la voluntad de servicio a los demás. A esas personas les debemos, os debemos, mucho más de lo que podamos imaginar. Han salvado muchas vidas. Les debemos nuestra salud, nuestra seguridad y los servicios más esenciales para la vida cotidiana, porque son ellas las que en condiciones tan difíciles han sostenido el pulso de nuestro país. Sentimos hacia todas ellas, todo todos esos miles de personas, una inmensa gratitud”.