España registra anualmente unos 1.500 nuevos casos de cáncer infantil, de los que 1.100 corresponden a niños y niñas y 400 a adolescentes. Las leucemias, los linfomas y los relacionados con el sistema nervioso central son los más comunes, según los datos publicados por la Federación Española de Familias de Cáncer Infantil. Unas cifras que dejan latente la necesidad de contar con profesionales expertos para cuidar y reconfortar no solo la salud de los pacientes, sino el bienestar emocional de sus familias.

Conscientes de la situación que se atraviesa tras un diagnóstico así y con motivo del Día Internacional del Cáncer Infantil, el Consejo General de Enfermería (CGE) pide potenciar la formación y contar con enfermeras expertas en todos los ámbitos asistenciales para ayudar en ese plano anímico más allá de la propia enfermedad. “Recibir una noticia así supone un enorme revés en la vida de estos niños y niñas, pero también en la de sus familiares, que ven como, de un día para otro, todo cambia. Las enfermeras y enfermeros somos los profesionales más cercanos al paciente y también a sus más allegados. Potenciar este rol tras el diagnóstico de cáncer infantil mejoraría enormemente la salud emocional de los afectados”, afirma Florentino Pérez Raya, presidente del CGE.

Tratamiento

Así, Pérez Raya recuerda que existen enfermeras especialistas en Salud Mental y también en Pediatría, que tienen un papel esencial en el tratamiento de estos pacientes y sus familias, pero también las enfermeras generalistas y expertas en Oncología tienen una función clave. Puntualiza que hay que avanzar con un reconocimiento nacional de las enfermeras oncológicas, dada la complejidad de los cuidados y especificidad de sus competencias, y por eso “llevamos años reclamando un diploma de acreditación o acreditación avanzada para las enfermeras/os oncológicas”. “Es importantísimo que la sociedad sepa que las enfermeras estamos para ayudar y para cuidar de la salud en general de toda la población. Mantener una formación continuada nos ayuda a utilizar la evidencia científica y mejorar estos cuidados, pero es fundamental que las administraciones apuesten por estos perfiles para que la atención de pacientes y familiares sea la mejor posible”, subraya.

24 horas al día

En esta misma línea se expresa Julia Ruiz, supervisora del Servicio de Oncohematología y Trasplante del Hospital Infantil Universitario Niño Jesús (Madrid) y miembro de la Sociedad Española de Enfermería Oncológica (SEEO), que destaca cómo “las enfermeras oncológicas están 24 horas al día durante siete días a la semana al lado del paciente y la familia. “El momento del diagnóstico y primer ingreso es un momento de gran impacto emocional donde reciben mucha información imposible de asimilar desde el principio. La enfermera pediátrica oncológica refuerza, explica la información que han recibido, aclara las dudas que les van surgiendo a lo largo de las 24 horas del día, momentos en los que no están otros profesionales presentes. Explicar los procedimientos con el lenguaje adecuado y adaptado para las diferentes edades de los pacientes es fundamental para disminuir el miedo y la ansiedad ante lo desconocido, por ejemplo, insertar aguja en el reservorio subcutáneo, explicar una punción lumbar, etc.”, explica.

Equilibrio emocional

La salud mental y el equilibrio emocional del paciente y la familia es muy importante ya que recibir un diagnóstico de cáncer puede desencadenar emociones como el miedo, ansiedad o la tristeza. Abordar las necesidades emocionales y psicológicas mediante el apoyo profesional, redes de apoyo y practicas saludables puede ser de gran ayuda para mejorar la experiencia del paciente y su calidad de vida, por lo que es esencial reconocer estas emociones.

Así, Julia Ruiz subraya que la enfermera puede detectar signos tempranos de sufrimiento emocional, anticiparnos y hacer partícipe al resto del equipo multidisciplinar, actuando de manera oportuna. “Las enfermeras pediátricas oncológicas requieren de competencias avanzadas, han de estar formadas, conocer el proceso oncológico y/o hematológica para acompañar al paciente y su familia. Lideran la educación sanitaria, el apoyo emocional y la coordinación del cuidado del paciente y su familia, participando en la investigación de cuidados y mejoras de la atención”, resalta.

Compromiso

De este mismo modo opinan desde la Federación Española de Familias de Cáncer Infantil (FEFCI), que ponen en valor el compromiso, profesionalidad y cercanía de las enfermeras al desempeñar un papel fundamental en el cuidado de los menores y adolescentes con cáncer. “Su experiencia y dedicación son esenciales para humanizar la atención y garantizar un abordaje integral de la enfermedad”, aseguran.