ALICIA ALMENDROS.- Bañador, toalla, crema bronceadora, gafas de sol… y mascarilla, porque este año el COVID-19 también nos acompaña durante las vacaciones. Tanto es así que en las costas de España han tenido que reorganizar sus labores. “Llevamos muchos años prestando servicio de prevención de accidentes, socorrismo y asistencia en playas y, este año, afrontamos una nueva campaña de verano condicionados por la presencia del COVID-19”, comenta Miguel Ángel Sánchez, coordinador nacional del Programa de Playas de Cruz Roja Española. “Nuestro personal va a estar dando apoyo y lleva a cabo labores de ordenación de las playas, siempre en coordinación con los distintos ayuntamientos”, añade Sánchez.

El primer paso ha sido identificar los diferentes escenarios donde van a actuar los diferentes profesionales entre los que se encuentran las enfermeras. Una vez identificados se han analizado los EPIs que deben portar cada vez que tengan que hacer frente a diferentes situaciones. “De esta manera nuestro personal tendrá la capacitación previa, para saber qué protección extra debe usar cuando atiene una asistencia sanitaria leve o grave, realice una vigilancia dinámica o estática, naveguen con las embarcaciones, etc.”, explica el coordinador nacional del Programa de Playas de Cruz Roja Española.

Una temporada atípica
Miriam Acedo, enfermera del Servicio de Socorrismo y Vigilancia de Cruz Roja Española en las playas de Chiclana (Cádiz), asegura que “esta temporada va a ser atípica con los nuevos protocolos. Aunque estamos tranquilos porque disponemos de EPIs suficientes para todo el personal sanitario y acuático. Esperamos que los usuarios cumplan con las medidas de seguridad en la arena”.

La cobertura preventiva de las playas es una competencia legal de los ayuntamientos. “Este verano se han llevado a cabo varias modificaciones, por ejemplo, la restricción de aforo en la playa. Concretamente aquí en Chiclana el ayuntamiento ha elaborado una app donde se puede consultar el grado de concentración de usuarios en las diferentes partes de la playa. Hay que mantener el distanciamiento social entre grupos en la arena”, explica Acedo. Hasta el momento, se están llevando a cabo estrategias para que las personas que acudan a la playa puedan disfrutar tanto del entorno como de las condiciones de seguridad que solicitan las autoridades: garantizar los dos metros de separación, facilitar el lavado de manos con dispensadores de gel hidroalcohólico y respetar los aforos permitidos.

“Va a ser una temporada más agotadora de lo normal, no sólo por la carga física sino por la parte mental que a veces agota bastante. Tenemos que estar más atentos, seguir protocolos a rajatabla que, por simple que parezca, no siempre es así”, resalta Laura Mancebo, enfermera de la Cruz Roja en Santa Cruz de Tenerife.

Sensibilizar
Además, este verano, las playas españolas contarán con una nueva figura: los agentes de sensibilización, cuyo objetivo principal es ayudar a los ayuntamientos al ordenamiento de las playas. Para ello, y siempre en coordinación con los consistorios, “estaremos presentes en varios puntos para poder informar a las personas de las condiciones de la playa, de cómo es la forma adecuada de permanecer en ella, y otra serie de mensajes que, sin duda, ayudarán a que las personas se adapten más fácilmente a esta situación”, argumenta Sánchez.

Adaptación
Las enfermeras junto al resto de perfiles que contemplan los dispositivos estarán perfectamente adaptadas a la situación a la que nos enfrentamos. “Damos asistencia sanitaria ante cualquier emergencia en la playa y educación para la salud en botiquines”, comenta la enfermera gaditana. “Aplicamos los protocolos elaborados específicamente para cada caso. Por ejemplo, el usuario antes de entrar al botiquín deberá traer su propia mascarilla y desinfectarse las manos con solución hidroalcohólica, no se permite la entrada a los acompañantes, realizamos una desinfección exhaustiva entre usuario y usuario y al final del turno realizamos desinfección del botiquín con un aerosol bactericida y virucida”, resalta Acedo. La enfermería se hace cargo del primer tratamiento sanitario de cualquier incidente que se presente. “Aportamos tranquilidad a los usuarios y descongestionamos otros servicios de urgencias haciendo de la playa un lugar más seguro”, apostilla la enfermera.

“Como enfermeras formamos parte de un equipo multidisciplinar porque hay que recordar que trabajamos tanto en la playa como en la vía publica si se precisa. Al final llevamos a cabo labor asistencial y educación sanitaria ofreciendo información y recomendaciones a los usuarios. Este segundo apartado es muy importante este año con la pandemia”, comenta Mancebo.

“Necesitamos que respeten las normas y pedimos que, si no lo quieren hacer por los demás, que lo hagan por sí mismos y por los suyos”, añade. La enfermera canaria reconoce que “cada usuario que acude a ser atendido se lleva una ración de información breve, concisa y clara para que no olvide lo más básico e intente colaborar”.

Protocolos
Para adaptar los protocolos se han estudiado al detalle los escenarios en los que sanitarios y socorristas van a actuar y adaptarlos. “Hemos buscado elementos que nos faciliten la tarea. Por ejemplo, hemos hecho varias pruebas en playa donde empleamos gafas y tubo —típicas de snorkel o buceo— para incorporarlas en las tareas de arrastre de una persona desde la lámina de agua hacia la orilla”, explica el coordinador nacional del Programa de Playas de Cruz Roja Española.

“Hemos analizado desde la asistencia sanitaria leve, pasando por la vigilancia dinámica,
la práctica de Reanimación Cardiopulmonar, las técnicas de rescate en la lámina de agua, etc. De estos escenarios, hemos destacado los que denominamos ‘críticos’ porque casi con total seguridad, nuestra persona se verá en la obligación de ‘romper’ los dos metros de seguridad
para poder intervenir de la mejor manera…”, puntualiza Sánchez.

El calor y los EPI
El calor no ayuda en la puesta y retirada de los EPIs, “pero sabemos dónde trabajamos y las consecuentes temperaturas que tendremos, pero es necesario llevar el EPI ante una asistencia sanitaria ya que no sabemos si el usuario al que atenderemos es portador del virus o no; así que ante cada usuario actuaremos con protección”, afirma Acedo. “Un compañero y yo hemos preparado kits individuales para todos los compañeros para que puedan acceder de manera más rápida”, explica Mancebo.

Todas las recomendaciones hacia el personal de las playas indican el uso de EPI cuando sea necesario. Una vez acabada la asistencia se quitará el EPI y se depositará en el depósito de residuos adecuados. “Incluso si la persona que vamos a atender no lleva mascarilla, desde Cruz Roja le daremos una para que utilice durante la asistencia”, explica Sánchez.

Prevención
Desde Cruz Roja creen que la mejor emergencia es la que nunca llega a producirse por eso, dedican mucho tiempo a labores de prevención. “Para nosotros, cuando tenemos que actuar siempre pensamos que hemos fallado en alguna parte de la labor preventiva. Siempre anteponemos la prevención como la mejor estrategia para disfrutar de este entorno maravilloso que es la playa. Y, en esta campaña también la sensibilización tendrá mucho protagonismo”, resaltan desde Cruz Roja.

Este año, el organismo ha puesto en marcha Cruz Roja Responde, un plan concreto de actuación y respuesta integral lanzado en marzo para responder a la situación generada por la pandemia. Tras ampliarlo, tendrá una duración de nueve meses y durante ese periodo se espera atender a más de 2.400.000 personas vulnerables, movilizando a más de 49.000 personas voluntarias, más 25.000 de nueva incorporación, que materializarán las respuestas previstas en todo el territorio a través de más de 1.400 puntos de atención y también de forma telemática y/o telefónica.