DAVID RUIPÉREZ.- La pandemia de COVID-19 que atravesamos tiene consecuencias a gran escala y en todos los ámbitos, pero es patente el incremento de trastornos relacionados con la salud mental que emergen de la incertidumbre, el aislamiento social, la soledad o el miedo. Además, antes de esta emergencia sanitaria ya vivíamos en un país donde los trastornos mentales seguían siendo un tema incómodo y escondido al que el sistema sanitario no puede dar la respuesta que merece. En este contexto, las enfermeras de salud mental se hacen más necesarias que nunca, sin embargo, para gran parte de la sociedad y los medios de comunicación, siguen siendo una figura invisible y desconocida. Su labor, por contra, resulta primordial para el bienestar de los pacientes, ya que garantizan el cuidado y tratamiento de los síntomas, el acompañamiento en el proceso de recuperación -que puede extenderse en el tiempo-, así como en la propia aceptación de la enfermedad y la relación con el entorno más cercano.
En un momento donde se disparan trastornos como la ansiedad, la depresión, las adicciones o florecen las ideas suicidas, sin olvidar las nada desdeñables cifras de graves dolencias como la esquizofrenia o el trastorno bipolar, la presencia de enfermeras especialistas es una necesidad urgente que deben considerar los responsables políticos.
Resulta preocupante asimismo el impacto de la pandemia en la estabilidad emocional de los niños y adolescentes, cuyas vidas interrumpidas desde el punto de vista social en pleno desarrollo de su personalidad también parece que se está materializando en un incremento de los trastornos mentales, según apuntan los expertos.
Asimismo, los medios de comunicación no suelen tener en cuenta a a las enfermeras especialistas en salud mental en sus informaciones y se les pide que conozcan más esta labor -discreta y eficaz- como profesionales sanitarios especializados que realizar una labor asistencial de primer orden y hoy en día son más necesaria que nunca.
Florentino Pérez Raya, presidente del CGE, asegura que “cuando se habla de salud mental en la sociedad y los medios no suele hacerse referencia a la gran labor que realizan las enfermeras en este campo, algo que conocen bien los pacientes y los familiares, pero sabemos que hay mucho tabú en torno a este tipo de patologías y ha llegado el momento de hablar claramente de ellas y hacer visibles a las enfermeras que las tratan”. Y añade que “es necesario reforzar esta figura y dar visibilidad a través de los medios de comunicación a la labor de estos profesionales”.