Eran poco más de 12:30 del mediodía cuando toda España -salvo las islas, Ceuta y Melilla- vieron cómo la luz dejaba de funcionar con la esperanza de que pasados unos minutos todo volvería a la normalidad. En cambio, nada de eso paso. Los minutos se convirtieron en horas y la incertidumbre empezó a apoderarse de la situación.
Una incertidumbre que no se percibió en los centros sanitarios donde los generadores de energía les permitió continuar con la actividad asistencial sin ninguna incidencia. “Fue una situación anómala para todos, pero estábamos tranquilos e incluso nuestros pacientes se sentían privilegiados de tener luz frente al resto de la población”, explica Pablo Plaza, director de enfermería del Centro San Juan de Dios de Ciempozuelos y la Clínica Nuestra Señora de La Paz.
Comité de crisis
“Bajadas de tensión o cortes de luz es algo que puede ocurrir habitualmente y no lo notamos; nuestros generadores están preparados y de hecho se prueban periódicamente para tener la garantía de que van a funcionar”, argumenta María José Tojo, directora de Enfermería del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona. “Esta vez yo noté que pasaba algo más porque tardó unos segundos. De hecho, en ese momento estábamos reunidos por otro tema y di por zanjada la reunión para contactar con los coordinadores de cada área y ver cómo estaba todo. Me preocupaba la situación porque los quirófanos estaban operativos así que lo primero que hice fue asegurarme de que no había ningún incidente grave y todo estaba controlado. También en UCI y neonatos que es donde tenemos pacientes que dependen de una máquina para respirar”, relata Tojo. “Una vez comprobamos que estaba todo bien y el generador funcionaba empezaron a llegar noticias de que no éramos solo nosotros, sino que era algo general con lo que intuimos que sería para largo y nos pusimos manos a la obra. Creamos un comité de crisis con todos las direcciones del hospital”, prosigue.
Escasa comunicación
La comunicación a través de teléfono o internet fue durante horas lo más complicado. “Esto fue lo que nos generó más incertidumbre. Me reuní con los coordinadores de las diferentes unidades para abordar la situación y en los primeros minutos pudimos informar de la situación a las familias de los ingresados. Tranquilizamos a los pacientes para que supieran que estaba pasando y todo estuvo muy controlado”, aclara Plaza.
“En nuestro caso nos comunicamos a través de llamadas de Whatsapp. Realmente todo se gestionó bajo la calma, pero es cierto que sin este sistema de comunicación hubiéramos tardado más en comunicarnos”, expone Tojo. “De esto, hemos aprendido que no podemos olvidarnos de todo lo analógico a pesar de tener dispositivos digitales y que debemos tener un plan extra de comunicación para futuras emergencias”, afirma.

Solidaridad
Como ocurrió en la pandemia o en filomena, el apagón volvió a sacar lo mejor de los sanitarios que mostraron su disponibilidad total ante esta situación. “Hubo alguna incidencia en los cambios de turno porque había gente que llegaba tarde al estar parado el transporte público. Algunas enfermeras se quedaron a doblar o esperaron hasta que sus llegaron sus compañeros. Una vez más los gestos de colaboración fue lo mejor”, resalta el director de enfermería del Centro San de Dios de Ciempozuelos y la Clínica Nuestra Señora de La Paz.
Y es que el apagón fue a las 12:30 y a las 15:00 tocaba cambio de turno de enfermería. “Estamos expectantes para ver cómo iban a llegar los compañeros estando el transporte público parado. Pero, los profesionales de la mañana no se fueron hasta que no llegaron lo de la tarde, e incluso algunos se quedaron por si hacían falta más manos más tarde. La verdad que la respuesta, una vez más fue muy buen”, resalta Tojo. Tanto es así que médicos como enfermeras llegaron al hospital y se quedaron a dormir “aunque no fuese necesario en ese momento, porque no podíamos depender del móvil”, resalta.
Generadores
Los grupos de estrógeno o generadores con los que cuentan los centros sanitarios están diseñados para dar cobertura a lo imprescindible durante 24/48 horas, más o menos. “Y, estaba previsto una reposición de gasoil si la situación se hubiera prolongado”, comenta Plaza.
Y es que estos dispositivos funcionan con gasoil por lo que se pueden reponer a medida que es necesario. “También debemos tener en cuenta el uso que hagamos de la energía durante este apagón. En nuestro caso pedimos que las luces que no se necesitaran se apagaran y que solo se encendieran los dispositivos necesarios y así alargábamos las horas del generador”, explica la directora de Enfermería del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona.
Los pacientes que están en sus domicilios con oxígeno también fueron controlados desde los hospitales. “Nos preocupaban pacientes que tenemos en domicilio con bombas conectadas a la red y aunque tienen batería es limita, así que les avisamos a estos pacientes del tiempo de las baterías y les informamos de que podían acudir al hospital y los ingresábamos que nosotros teníamos luz. Además, evaluamos si alguno nos preocupaba en exceso para movilizar una ambulancia para su traslado, pero no hizo falta”, recuerda Tojo.
La mayoría de los hospitales suspendieron la actividad de tarde y la actividad quirúrgica no urgente. “Las cirugías que estaban empezadas las terminamos pero ante esta situación, por seguridad no es recomendable empezar una cirugía programada, es preferible posponer a una situación más controlada”, asegura Tojo.
Plan de emergencia
Ante este tipo de situaciones se establece un plan de emergencia y los generadores les permite trabajar de forma normal algo que tranquiliza. “Había un ascensor por edificio, funcionaban las cocinas, las camas articuladas con colchones de escaras, las máquinas de oxígeno, las neveras donde se almacena la medicación a determinada temperatura, la gestión de pacientes funcionaba correctamente… Todo estaba contemplado ante esta situación”, relata el director de Enfermería de San Juan de Dios de Ciempozuelos. “Y, principalmente, los cuidados enfermeros se mantuvieron durante todo el apagón”, añade.
El Comité de Crisis Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona se reunió varias veces alo largo del día. “Nos coordinamos bastante bien. Creo que el COVID nos entrenó a hacer comités multidisciplinares en el que estemos representadas todas las direcciones para tomar decisiones en el mismo foro e ir coordinados porque es clave”, resalta Tojo.
Sin incidencias
“Los pacientes estaban tranquilos, ya que la actividad dentro del hospital con normalidad. Minimizamos el gasto en pasillos, ordenadores que no se usaban… pero a nivel habitación del paciente no se apagó nada. Además, había menos presión asistencial en los equipos con lo cual desde enfermería se pudo explicar todo de forma tranquila y responder sus dudas dando un mensaje tranquilizador y todo se mantuvo bien”, afirma la directora de Enfermería del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona.
Recuperación del suministro
Los hospitales madrileños no han registrado incidencias durante la noche y ya se ha recuperado en su totalidad el suministro eléctrico tras el apagón masivo que sufrió ayer toda España, ha informado la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid.
Además, se está proveyendo de gasóleo suficiente a todos ellos, por si volviera a haber un apagón. Se va a restablecer la actividad con normalidad en todos los centros sanitarios. Si algún equipo de rayos no funciona, se derivará a otro hospital.
Según informa la Consejería de Sanidad, no se han perdido vacunas ni otros tratamientos por ruptura de cadena del frío como consecuencia de la interrupción masiva del suministro eléctrico.