9 de octubre de 2024

La escasez de enfermeras influye en el retraso del diagnóstico del deterioro cognitivo y empeora la calidad de vida de los afectados y sus familias

El estatus socioeconómico, el nivel educativo, la edad o el estilo de vida son algunos factores que indican la presencia del deterioro cognitivo. A pesar de sus múltiples señales, sigue siendo una afección infradiagnosticada cuya única solución es la detección precoz realizada por enfermeras. En el abordaje de esta patología el binomio enfermera-familia resulta fundamental para el bienestar del paciente, pues estos actúan como aliados terapéuticos, formando una red de apoyo y de cuidados que ofrece estabilidad al paciente. El Instituto Superior de Formación Sanitaria (ISFOS) del Consejo General de Enfermería (CGE), con la colaboración de Boehringer Ingelheim, ha celebrado…

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